
La expresión no figurativa no esta destinada, como se presupone, a la deserción del entorno, sino que esta tarea es intermediaria para constituirse como autónoma y puramente pictórica.
En un intento de salvar la primacía de la pintura frente a otras artes representativas, la abstracción da un giro hacia la síntesis espiritual y artística, enfrentándose a la mentalidad de una sociedad académicamente obstruida.
Arte en sí mismo como un objeto creado de la interioridad del arte, de sí mismo, y expresado a través del arte de la obra, la pureza de un dialogo de interioridad artística. Un arte autónomo en su creación y expresividad basadas en la naturaleza, los medios naturales se apoderan del protagonismo de lo real y lideran la expresividad.
La simbología formal se tiende a evitar en esta batalla por la independencia, mas su alusión formal significativa permanece en la obra. Puede resultar figurativa, en un modo de utilizar la realidad, manipulada, para defenderse de su concepción y establecerse como simple imagen.
En otros casos las simbología de formas y colores también evocan situaciones subjetivas que apagan el fulgor pictórico, por lo que el artista deniega la introducción simbólica fuera del significado de la obra en sí misma, igualmente que a la aportación inducida de luz, característica de la pintura figurativa, recurriendo a collages y volúmenes que la eliminen y hagan a la obra matérica.
Además cuando se realiza un el vínculo con el decorativismo, al desaparecer la figuración, que diluyen la obra en el entorno.
La obra es el enlace del ser y ella misma, atrapada en su interioridad y raptada en su intensidad personal como obra metafísica.
Todas estas características denegadas por los abstractos, no dejan de aparecer en las obras de todos ellos, y cuando se disminuye una se potencia el resto en mayor nivel. Debe encontrarse un equilibrio entre todas estas dejando de lado la utopía de una obra autónoma.
El arte ensimismado resulta una declaración, ya en el titulo del libro, de lo que representa la intención de la pintura abstracta y convence muy bien al lector de esta realidad con los ejemplos mas sencillos, acercándolo a la comprensión de esta profunda vertiente artística, a la par que esencialista. Pues el entendimiento de su expresión no es otro que el del propio ser humano en su interioridad más sentimentalista y filosófica, cuestionada a través de la naturaleza más simple. Sin embargo, porque es una cuestión de seres humanos resulta la profundidad de cada uno un alojamiento de encuentros insospechados. Y ya que el medio de este arte se basa, generalmente, en la simbología de formas o colores, la aportación que el autor ofrece a cada obra se agarra en la subjetividad, adquirida mediante experiencias, las que marcan a cada cual como se muestra en la vida. Por lo tanto su comprensión es limitada, porque la creación del autor puede no llegar a entenderse, a la par que ilimitada, pues el espectador aporta en su mirada la relación de la obra con experiencias. Haciendo participe al publico, formando este parte de la obra, interactuando con esta y creándola partir de su experimentación.
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