viernes, 6 de junio de 2008

CLIFFORD STILL



Su ímpetu es demostrar el papel significante de la pintura.
Desde pequeño las artes llenaban su vida y profundizó en el estudio de los elementos pictóricos.
En sus inicios se relaciona con el surrealismo en sus temas de pesadilla. Esculpía con la espátula su materia terrosa abstrayendo su contenido.
Más adelante sus trabajos sobre lienzos preparados mediante encolado, lo que le aporta un fondo brillante a sus telas bañadas con colores terrosos.
Durante nueve años se mantuvo al margen de exposiciones. Muy dedicado a sus cuadros, entregado a ellos y a su tarea de convertirse en un gran artista.
La búsqueda de asociación se nublaba pero para los críticos se podría enlazar a las llanuras del oeste. Enlace cercano a lo dramático, una metáfora sobre la aspiración al cielo y hacia la luz.
Controlaba totalmente sus obras, estricto en su venta, su exposición casi nunca en común, ofreciendo su vista a los únicamente interesados y comprensivos. Negaba los premios y gratificaciones económicas.
Esboza su reseña más realista en sus creaciones de formas humanas. Estas referencias se van desvaneciendo para llegar a convertirse en símbolos significativos y toscos. Una semifiguración con residuos realistas. Para alcanzar la fluidez de su obra mas característica va tejiendo pinceladas conjuntadas para mas adelante simplificar en una atmósfera oscura su visión artística. Cercano a la total monocromía mostrando sus mezclas pictóricas que se unían a una complejidad conceptual añadiendo pequeñas manchas que acentúan la composición.
En los cincuenta alcanza la cumbre de su carrera con la verticalidad expandida en la horizontal. Obras en las que los gestos se señalan a modo de rasgaduras, dejando parte de la tela como parte de la obra y utilizando pigmentos molidos por el mismo para que el reflejo de la luz en el pigmento aportara brillantez a su obra.
Uno de los expresionistas abstractos americanos que destacaba por singularidad pictórica y personal.

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