La artista canadiense se encuadra dentro del mínimal y la expresión radical de los elementos elementales y se distingue por su mirada alejada de la típica concepción minimalista.
Su obra nace de la observación de los espectadores, adquirida y sentida de esta manera, de la espera de una visión de la naturaleza y las sensaciones fluyentes, candentes en los escenarios naturales.
En sus primeros años de exploración busca, con la lección de Rothko y Newmann, en los campos de color intensificados en espiritualidad.
Evoluciona en una trama que a modo de retícula se superpone en sus baños de color, siempre en tonos neutros, grises, blancos manchados, azules…, que elevan su obra a la calidad de mística, donde fluidas líneas paralelas organizan en una campo de color que fluye en el espacio.
El rectángulo se apodera de sus creaciones y se abre ocupando su obra donde ahora el color ofrece vibraciones mas calidas en intimas con sus océanos rosas.
En un momento de su vida decide abandonar la pintura y se retira a la búsqueda de vivencias lejanas de la congestionada ciudad, al mundo rural.
Su retorno y arrepentimiento muestra una sensibilidad desarrollada con ordenaciones de bandas de color que serenan en un silencio espiritual eliminando su característica retícula dejando fluir las energías pictóricas en el lienzo de una pureza casi infinita con un mínimo contraste en colores pastel y blancos mas sosegados.
Su obra nace de la observación de los espectadores, adquirida y sentida de esta manera, de la espera de una visión de la naturaleza y las sensaciones fluyentes, candentes en los escenarios naturales.
En sus primeros años de exploración busca, con la lección de Rothko y Newmann, en los campos de color intensificados en espiritualidad.
Evoluciona en una trama que a modo de retícula se superpone en sus baños de color, siempre en tonos neutros, grises, blancos manchados, azules…, que elevan su obra a la calidad de mística, donde fluidas líneas paralelas organizan en una campo de color que fluye en el espacio.
El rectángulo se apodera de sus creaciones y se abre ocupando su obra donde ahora el color ofrece vibraciones mas calidas en intimas con sus océanos rosas.
En un momento de su vida decide abandonar la pintura y se retira a la búsqueda de vivencias lejanas de la congestionada ciudad, al mundo rural.
Su retorno y arrepentimiento muestra una sensibilidad desarrollada con ordenaciones de bandas de color que serenan en un silencio espiritual eliminando su característica retícula dejando fluir las energías pictóricas en el lienzo de una pureza casi infinita con un mínimo contraste en colores pastel y blancos mas sosegados.
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