miércoles, 26 de diciembre de 2007

PROYECTO PINTURA

En el arte la mayor posibilidad de expresión es la que enlaza con lo íntimamente conocido, lo personal expresado universal. La alianza de lo externo y lo interno en este caso se muestra a través de una relación de género; la feminidad. Un carácter no solo basado en la calidad del ser como mujer, sino en todo lo que la hace sentirlo a ella, y a él. Y una especificación dentro de esta temática que puede resultar muy amplia seria, para así hacerla de interés universal, la de la finalidad de todo ser humano, el placer; los placeres femeninos. Culmen y beneficio de todo ser y por el que lucha en el transcurso de la vida. Visionado mediante sus opuestos, internos y superficiales basados en las teorías filosóficas de Sigmund Freud y en obras de artistas como Cindy Shermann.
El planteamiento de un proyecto para todo un curso lo he basado en un asunto de interés personal, que deja la posibilidad de profundizar y conocer a través cuestiones propias y adquiridas del entorno, abierto a posibles variaciones dentro del mismo tema.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Recuerdos encadenados Anna María Guasch

Reflejos condicionados Miroslaw Balka (Varsovia, 1958)


El ímpetu de rememoración de sucesos marca la exploración de la obra de Balka, abarcando todos los sentidos de un determinado suceso explotando la memoria.
En su exposición Reflejos condicionados del 2006 en la Fundación Marcelino Botín de Santander, evoca sucesos tales como las huellas del holocausto a modo de marca personal que debe perdurar, mostrando lo histórico a través de lo cercano.
La imagen de un paisaje helado convierte la entrada en un espacio envuelto en misticismo y destruido en su memoria con el sonido del juego, de risas infantiles, que desubican la B forjada, en iconicidad con la escritura que se encontraba en la entrada del campo de concentración de Auswicht.
Es el espectador quien conforma a obra en la pasarela de acceso a la exposición, una plancha de acero que cual prisioneros caminan hacia su exterminación, e igualmente se estremecen ante el desagradable ruido del metal. Todo se transmite en un ambiente oscuro y vacío en la que el espectador marca su desarrollo, en un pasillo de madera en el que la luz se enciende al paso del público, que lo dirige a la sala central, donde esquelas en papel forman cadenas que se distribuyen en todo el espacio, evidenciando el refuerzo de su fragilidad.
El sopor de la memoria es medio para despertar la moralidad y el olvido social, haciendo participes a los sentidos, enlazando lo personal y lo humano, sumergido en lo historicista y destacable en el mundo de las emociones, la vida.